jueves, 19 de mayo de 2016

Índice de desarrollo humano

El IDH se creó para hacer hincapié en que las personas y sus capacidades —y no el crecimiento económico por sí solo— deben ser el criterio más importante para evaluar el desarrollo de un país. El IDH índice también puede usarse para cuestionar las decisiones normativas nacionales, comparando cómo dos países con el mismo nivel de ingreso nacional bruto (INB) per cápita obtienen resultados diferentes en materia de desarrollo humano. Estos contrastes pueden impulsar el debate sobre las prioridades normativas de los gobiernos.
El índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador sintético de los logros medios obtenidos en las dimensiones fundamentales del desarrollo humano, a saber, tener una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y disfrutar de un nivel de vida digno. El IDH es la media geométrica de los índices normalizados de cada una de las tres dimensiones.
La dimensión de la salud se evalúa según la esperanza de vida al nacer, y la de la educación se mide por los años promedio de escolaridad de los adultos de 25 años o más y por los años esperados de escolaridad de los niños en edad escolar. La dimensión del nivel de vida se mide conforme al INB per cápita. El IDH usa el logaritmo de los ingresos, y refleja la importancia decreciente del ingreso cuando el INB sigue una tendencia creciente. Las puntuaciones de los tres índices dimensionales del IDH se agregan posteriormente a un índice compuesto utilizando la media geométrica. Véanse las Notas técnicas para obtener información más detallada.
El IDH simplifica y refleja solo una parte de lo que entraña el desarrollo humano, ya que no contempla las desigualdades, la pobreza, la seguridad humana ni el empoderamiento. La Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano (OIDH) ofrece los demás índices compuestos como una representación más amplia de algunas de las principales cuestiones del desarrollo humano, la desigualdad, la disparidad entre los géneros y la pobreza humana.
Para ofrecer una imagen más clara del nivel de desarrollo humano de un país, es necesario analizar otros indicadores y la información presentada en el Anexo estadístico del Informe.


Índice de desarrollo social
El Índice de desarrollo social (IDS) permite identificar contrastes y marcadas desigualdades regionales, poniendo de manifiesto la coexistencia de distintas realidades dentro de nuestro país en cuanto al disfrute del bienestar y al pleno desempeño de las capacidades de los individuos. Las discrepancias territoriales en cuanto al goce de los beneficios del desarrollo, medidos a través de los IDS, no sólo se circunscriben a los años recientes, muchas veces revelan los rezagos de un pasado lejano que se pueden apreciar principalmente en la educación y las redes formales de protección social de los adultos mayores. Estas discrepancias, evidentes entre las entidades federativas, se recrudecen en el ámbito municipal, donde las disparidades en ocasiones son abismales. La desigualdad llega a ser tal, que el magro avance de algunos municipios equipara a la escasa distancia que queda por recorrer a otros municipios para alcanzar el goce cabal del desarrollo social. A diferencia de otros índices construidos por el CONAPO, el de desarrollo social tiene la virtud que su valor ubica a la entidad federativa o al municipio en el camino que lleva a alcanzar el desarrollo social pleno, independientemente del nivel alcanzado por las demás unidades territoriales. El indicador varía de cero a uno. El valor de cero indica que ningún residente de la entidad federativa o municipio, del sexo y grupo de edad específico, ha alcanzado los logros en materia de salud, educación, trabajo, protección social, nivel de vida y calidad de la vivienda, considerados en el capítulo anterior para la construcción del índice. Por el contrario, el valor unitario refleja que todos los residentes de la unidad territorial gozan cabalmente de esos logros. En los índices previamente elaborados por el CONAPO, ha sido costumbre formar categorías, de tal forma que la agrupación de las entidades federativas y los municipios simplifican el análisis, la comparación e, incluso, los mecanismos de distribución de las asignaciones presupuestarias de los gobiernos federal y estatal. Dadas las ventajas que representa la estratificación, se creyó pertinente formar también cinco categorías para el índice de desarrollo social. Al fijar los límites de cada grupo se buscó que no quedaran circunscritos a la evidencia recabada en el censo de población de 2000, sino que prevalecieran en el tiempo, de tal suerte que en el futuro se pueda evaluar el grado de avance en materia de desarrollo social en el ciclo de vida. Una profunda desigualdad social y condiciones de pobreza ampliamente extendidas en el territorio nacional fueron dos de las principales causas, junto a la demanda de procesos democráticos, que propiciaron la Revolución Mexicana (1910-1921). La garantía del cumplimiento de las demandas sociales y políticas quedó consagrada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, cuya esencia prevalece hasta nuestros días. A más de ochenta años de la promulgación de la Carta Magna y la culminación de la lucha armada son muchos y evidentes los logros sociales alcanzados por México, sin embargo, la 24 Consejo Nacional de Población desigualdad social y la pobreza permanecen aún vigentes en nuestro país. Creemos que después de ocho décadas de estabilidad política y largos periodos de desarrollo social y económico sostenido, un mínimo deseable es que, en promedio, la mitad de los logros estipulados para calcular el IDS debieran haberse alcanzado. De acuerdo con esta línea de razonamiento, se considera como de muy bajo desarrollo social a aquellas unidades territoriales (entidades federativas o municipios) con un IDS menor a 0.5. La mitad del camino que resta por recorrer, para alcanzar el desarrollo social pleno, se dividió equitativamente en cuatro intervalos, donde el paso a través de ellos se puede ver como etapas del proceso hacia la consecución cabal del desarrollo social. Así, las cinco categorías de desarrollo social quedan delimitadas por los rangos siguientes, iguales para los seis grupos de edad considerados y para ambos sexos: 1. Muy alto de 0.875 a 1 2. Alto de 0.750 a 0.874 3. Medio de 0.625 a 0.749 4. Bajo de 0.500 a 0.624 5. Muy bajo menos de 0.5.

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